¿Cuánto depende de ti? – La preocupación inútil
La semana pasada una clienta me decía que se sentía muy preocupada por un tema laboral. Entrando en materia, resultó que se estaba preocupando de si la empresa en la que trabaja iba a hacer un ERE y todo basado únicamente en rumores y comentarios que le habían llegado, y ninguno de modo oficial o mínimamente fiable. Es decir, se estaba preocupando de algo sobre lo que no tenía ni tendrá el más mínimo control, la más mínima certeza de si se va a producir o no y además de si ella estará o no en “la lista” del ERE en el caso de que se llegase a producir. Dicho de otro modo y para que sea más visual, se estaba PRE-ocupando.
Cuando nos anticipamos a hechos que ni siquiera están probados o no hay indicios fiables a día de hoy de que vayan a producir, ni tampoco de que nos vayan a afectar personalmente, nos estamos poniendo en alerta antes de que exista un riesgo real. Con ello, hacemos que nuestro cuerpo genere cortisol, nada bueno para la salud y que nuestra mente se ponga a buscar certezas para confirmar nuestro miedo. (eso es exactamente de lo que se ocupa nuestro Sistema Activo Reticular ), es decir, si pensamos que hoy el día nos va a ir mal, que no llegaremos a tiempo para comprar las entradas de ese concierto que tanto hemos estado esperando, etc, ,este sistema buscará aquello que nos confirme que realmente así será porque es la orden que ha recibido y por tanto hará lo imposible para seguirla, ejecutarla y confirmarla. Seguro que a éstas alturas ya te ha venido a la memoria una experiencia de esto.
Al preguntarle a mi clienta a cerca de para qué se preocupaba hasta el punto de angustiarse como me explicó que le sucedía, su respuesta fue rápida, “para estar preparada” me dijo. Es decir, se estaba poniendo en el peor de los escenarios para que no le pillara por sorpresa si se quedaba sin trabajo y añadió que pensando así le iba a afectar menos la situación llegado el hipotético caso.
Lamentablemente, prepararnos para lo peor no es algo que funcione y desde luego no te asegura que te vaya a afectar menos. Probablemente esto es algo que ya lo habéis experimentado muchos de vosotros en alguna ocasión.
Si en lugar de preocuparnos nos ocupamos, ganaremos tiempo. Siguiendo el ejemplo de mi clienta, si crees realmente que tu puesto de trabajo peligra, empieza a buscarte otro, sin prisa pero sin pausa porque en esto tú si tienes una parte que dependerá de ti, no toda, está claro, pero puedes avanzar parte del camino. Pero, preocuparse y no llevarse a ninguna acción para que esa preocupación mengue o desaparezca no tiene sentido alguno.
La preocupación es inútil y como su propio nombre indica es ocuparte de algo que no existe. Es un overthinking absoluto, darle vueltas a algo que no sabes ni siquiera si va a ocurrir.
Todo ello es un patrón aprendido, como tantos otros porque queremos sentir la tranquilidad de que hemos estado atentos, que hemos hecho algo al respecto, etc
Pero ¿ qué se puede hacer cuando no sabemos qué va a ocurrir y además no depende en absoluto de nosotros ?, la respuesta es NADA, sólo elucubrar y provocarnos estrés. Nada va a cambiar por el hecho de preocuparte.
No recuerdo quién dijo que “ el dolor es inevitable pero la preocupación es opcional “
¡Controla tu mente antes de que lo haga ella contigo!
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